Tras la liberación del Alakrana , el Gobierno quiere conseguir un nuevo éxito en aguas de Somalia y ha convertido en una prioridad el destino de las dos mujeres y la niña de 12 años secuestradas en el buque Ariana desde hace siete meses que se encuentran en una situación dramática. La ministra de Defensa, Carme Chacón, explicó ayer que España emprenderá gestiones diplomáticas para conseguir su liberación mientras abastece de fármacos por vía aérea al pesquero griego. El encargo de intentar el rescate ha recaído en el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, a quien se atribuyen las discretas negociaciones que acabaron con los secuestros del Alakrana y el Playa de Bakio .

El primero en relatar la situación de las tres mujeres fue el patrón del Alakrana , Ricardo Blach, que la conoció cuando, el pasado 7 de noviembre, los piratas que tenían secuestrado el Alakrana se acercaron hasta el Ariana . Varios marineros fueron obligados a bajar y a visitar el barco para que vieran lo que les podía pasar. Natalia Loss, la madre de la niña, suplicó al patrón que se la llevara con ella. Y lo intentaron. Pidieron a los piratas trasladar a las tres mujeres al Alakrana , pero se lo impidieron. Larisa Salinska, la cocinera, que fue violada por los piratas, abortó en cubierta y sufrió una hemorragia que ha degenerado en una infección. La única atención que ha recibido hasta ahora es la de un médico somalí al que los piratas autorizan, de vez en cuando, a visitar a las tripulaciones, pero que apenas dispone de medios.

LO PEOR Los marineros no pueden olvidar esas imágenes y ayer las recordaron tras declarar ante el juez Santiago Pedraz en Gernika (Vizcaya). "Lo del Ariana fue lo peor. La niña, la violación, ver que no tenían nada... Los que defienden los derechos humanos que miren allí porque esa gente va a morir y nadie les hace caso". Victor Bilbao, el jefe de máquinas del Alakrana , tiene que interrumpir su relato por la emoción. Bilbao recordó que "uno de los niños pirata" que iba con ellos y que llevaba dos pistolas "era quien había violado a la niña que viajaba en el barco". El jefe de máquinas tuvo que arreglar encañonado un fuera borda de los piratas. Pero él y los otros siete pescadores vascos que ayer comparecieron ante el juez no solo querían interceder por el Ariana . Reivindicaron, además, la figura del teniente de navío, Barrionuevo, el que disparó contra los piratas finalmente apresados por la Armada. "Está en Madrid y lo quieren degradar. Los políticos buscan una cabeza de turco. Le han elegido a él, pero hizo lo que tenía que hacer. Tiene que recuperar su puesto", dijo Bilbao.

El juez Pedraz les preguntó por el trato recibido, pero no les mostró fotos de los piratas que están a la espera de juicio en España. A él le contaron que uno de los peores momentos se vivió tras la detención de los dos piratas. "Nos reunieron a todos y dijeron que si esos volvían muertos, nosotros también. Que si les cortaban un pie, a nosotros también. Si les han prometido algo, que lo cumplan porque de lo contrario ¡pobrecitos! los españoles que puedan ser secuestrados", resumió Bilbao.