La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y María Victoria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola, han declarado este lunes por la mañana como testigos ante el juez a raíz de la denuncia de la dirigente popular por el supuesto espionaje por parte de la agencia de detectives Método 3 del almuerzo entre ambas en el restaurante La Camarga de Barcelona, el 7 de julio del 2010. A su salida del juzgado, Álvarez ha dicho que, en su declaración, ha identificado su voz y la de la líder del PPC en la grabación. "Soy yo", ha declarado a los medios que se encontraban en la Ciutat de la Justícia.

La ex de Jordi Pujol hijo ha afirmado que el encuentro en el restaurante fue "una conversación privada entre dos amigas y nada más", que incluyó referencias a niños y menores, por lo que "no tiene que difundirse". Álvarez ha lamentado ser víctima, dice, de espionaje: "Yo estoy intentando averiguar quién me ha seguido durante los dos últimos años. Es bastante bestia. Esto es un escándalo".

Colaboración con la justicia

Camacho se ha limitado a explicar, a su salida de la sede judicial, que el PPC inició la denuncia por la presunta trama y que el partido "continuará colaborando con la justicia" porque "los hechos son graves". "No diré nada de lo que ha ocurrido en la sala por respeto al secreto de sumario", ha añadido.

Al entrar en el juzgado, la líder del PPC había evitado a los fotógrafos al entrar por la zona interna de seguridad. Ante el edificio, podía leerse el lema 'STOP corrupción' en una pancarta de la asamblea de trabajadores de la Ciutat de la Justícia.

La líder del PPC y Álvarez tenían que confirmar en el juzgado de instrucción número 14 de Barcelona, que investiga la denuncia por la vía penal, que las voces que aparecen en la grabación son suyas.