Felipe González considera que se puede aceptar la España "diversa" sin que eso se traduzca en desigualdades para los ciudadanos y opina que es posible "descentralizar" el poder manteniendo "elementos de cohesión".

El expresidente del Gobierno diferenció ayer en la Universidad de Barcelona (UB), en el cierre de un ciclo sobre el XXV aniversario de la Constitución, entre la España plural --la de la "pluralidad de las ideas"-- y la España diversa --la de los "distintos sentimientos de pertenencia"-- y manifestó que son compatibles.

"Hemos reconocido la diversidad, pero no estamos dispuestos a conocerla, no estamos dispuestos a identificarnos entre nosotros", agregó González, quien advirtió de que la igualdad "no es aplicable a la diversidad porque supondría una homogeneización". Aludiendo al actual debate sobre el modelo de Estado y las posibles reformas constitucionales y estatutarias, añadió: "Se puede preservar la igualdad y establecer las diferencias entre sentimientos de pertenencia".

El expresidente aseguró que alcanzar la Constitución supuso "el primer pacto por la res pública" en la historia de España y definió el consenso logrado entonces no como una renuncia sino como algo positivo: "La definición del territorio que queríamos compartir".

Junto a González intervinieron dos padres de la Carta Magna, Miquel Roca y Jordi Solé Tura. Este, muy emocionado, recibió una placa de la UB en reconocimiento a su trayectoria política y a la académica, como catedrático de Derecho.