Plasencia, con sus representantes políticos y judiciales al frente, volvió ayer a mostrar su repulsa ante el atentado con una concentración y paro de cinco minutos a las puertas del ayuntamiento al igual que pasó en Badajoz, mientras que en Mérida, su alcalde afirmaba que las circunstancias de la última acción de ETA evidencian que "está mas desmantelada que en otras ocasiones y tiene los días contados".

Además, desde Cáceres, su corporación condenó mediante un comunicado, el atentado, en el que se reafirman en el convencimiento de que el Estado de Derecho "ganará la batalla al terrorismo".