El abogado de los familiares de Juan Martínez Galdeano, el hombre fallecido tras recibir una paliza en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas, solicitará hoy al juez que ordene la prisión provisional del teniente al cargo de destacamento, Juan Manuel R., por la "alarma social" que ha desencadenado el caso.

El letrado, Juan Ramón Cantalejo, acepta que no hay riesgo de que el teniente huya de la justicia, pero considera muy evidente que hubo una "extralimitación" por parte del responsable del cuartel. Para los restantes ocho agentes, uno de ellos aún en fase de prácticas, el abogado de la familia se conformaría con una situación provisional de libertad con cargos.

El juez terminará hoy de tomar declaración a los implicados. Restan por comparecer dos agentes y el teniente. En ese contexto, los abogados de la familia de la víctima y de los guardias civiles mantienen un pulso de tensión creciente.

SUSTANCIA EN EL COCHE A la petición de cárcel planteada por Cantalejo respondió ayer mismo el letrado de los acusados, Gustavo Arduán. Este explicó que está a la espera de recibir varios análisis del laboratorio de toxicología con los que pretende demostrar que la víctima estaba especialmente agresiva por el consumo de drogas.

Arduán reveló que en el coche del fallecido se encontró "una sustancia marrón con todas las características de ser un estupefaciente, y un medicamento de iguales características".

La otra estrategia de la defensa de los guardias civiles es, desde hace días, la concesión de entrevistas a determinados medios de comunicación para dar su versión de los hechos. Si anteayer el teniente, a través de terceros, se autoexculpaba en la COPE, ayer lo hacía a través del diario Abc . "Tengo la absoluta certeza de que yo no le causé la muerte, ni lo hicieron mis hombres. Pero no sólo eso, sino que también, por mis conocimientos, tengo claro que no le provoqué ninguna lesión con la defensa eléctrica, porque las secuelas son quemaduras y en la autopsia no aparecen", explicó el teniente. El imputado añadió que "en esos momentos de confusión" fue "plenamente consciente de que el daño que podía provocar al detenido empleando las dos porras --una eléctrica y otra extensible-- era menor que el que ya había causado el detenido a los guardias".

"CON LA CABEZA FRIA" En la misma estrategia de la defensa, amigos del teniente salieron ayer en su ayuda antes de que el juez le tome declaración y le definieron como un responsable policial "seguro, práctico y con la cabeza fría".