El fiscal de la Audiencia Nacional Daniel Campos ha pedido hoy en el juicio por el atentado de la T4 de Barajas (Madrid) una sentencia condenatoria contra los responsables de colocar la bomba que "sesgó la vida" a los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palote e "hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin".

Ante el tribunal que juzga desde el lunes a los tres presuntos autores del atentado perpetrado el 30 de diciembre del 2006, Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, el fiscal ha recordado también a las 52 personas que resultaron heridas y los "daños catastróficos" que provocó el atentado cometido por ETA, nueve meses después de que anunciara un alto el fuego permanente. La banda no lo rompió oficialmente hasta junio del 2007.

CONCLUSIONES FINALES

En su informe de conclusiones finales, Campos ha destacado que "ninguna persona" que haya seguido el juicio "puede albergar la más mínima duda de que estas tres personas fueron los autores de tan execrable crimen". "Existe una abundante, contundente, independiente y unívoca prueba de la participación de Portu, Sarasola y de San Sebastián en los hechos que se les imputan, que se ha obtenido de forma válida y eficaz para la presunción de inocencia", ha afirmado.

El fiscal también se ha referido a las denuncias de torturas de Portu y Sarasola, que son objeto de un procedimiento que se sigue en San Sebastián. Así, tras defender que considera que siempre "deben ser investigadas", ha destacado que con la prueba practicada en este procedimiento "no se puede afirmar en absoluto, de ninguna manera, que haya habido ningún tipo de torturas".

CONSCIENTES DE LOS DAÑOS

Por otra parte, también ha subrayado el "reconocimiento" que hicieron los propios autores de la "importancia de los daños que querían causar", ya que, en su llamada de aviso a la central DYA de San Sebastián esa mañana se alertó de que se había colocado "una potente furgoneta bomba". "Eran conscientes de lo que estaban colocando", ha insistido el fiscal.

El representante del Ministerio Público elevó ayer de 900 a 1.120 su petición de cárcel para los tres presuntos autores del atentado, al considerar que ha quedado acreditado que en total fueron 52 las personas que resultaron heridas en la explosión, y no 41 como inicialmente se calculó. En concreto, atribuye a los acusados dos delitos consumados de asesinato terrorista, por los que pide 60 años de cárcel (30 por cada uno), 52 delitos de intento de asesinato, por los que solicita 20 años de cárcel por cada uno, y un delito de estragos, que incrementa en 20 años más la pena solicitada.