El fiscal Pedro Rubira pedirá hoy en la Audiencia Nacional siete años de cárcel para el que fuera máximo dirigente de los GRAPO, Manuel Pérez Martínez, llamado camarada Arenas , así como para los miembros del comando central de la organización terrorista Fernando Silva Sande y María Victoria Gómez Méndez. El representante del ministerio público les acusa de ordenar, en abril de 1998, la colocación de sendos artefactos explosivos en un repetidor del Ejército de Tierra en Valdilechas (Madrid) y en una red de antenas de RNE en Arganda del Rey (Madrid).

Rubira también pedirá siete años de cárcel para el grapo Jorge García Vidal, considerado autor material de la colocación de las dos bombas.

Según el escrito de calificación de Rubira, en el mes de abril de 1998 Silva Sande, Gómez Méndez y Pérez Martínez, que se encontraban en París, ordenaron a García Vidal la colocación de los dos artefactos explosivos.

García Vidal cumplió con el encargo el 12 de abril de 1998, colocando dos bombas de un kilo cada una en los lugares señalados, que hicieron explosión, causando graves daños materiales.