"Estamos en presencia de una invención". Con estas palabras, el fiscal Fernando Burgos pidió ayer a los jueces de la Audiencia Nacional que castiguen con cinco años de prisión al general Vicente Navarro y con cuatro años y medio a los oficiales José Ramírez y Miguel Sáez por un delito de falsedad en documento oficial por haber identificado erróneamente a 30 de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente aéreo de Turquía en el 2003.

El ministerio público expuso ayer su alegato final y concluyó que los tres militares faltaron a la verdad cuando llevaron a cabo las labores de identificación de los fallecidos porque "tenían prisa". "La decisión estaba tomada desde el primer momento", afirmó, con objeto de sacar los cadáveres de Turquía "para la celebración o no" del funeral de Estado, que se ofició tres días después del accidente.

El fiscal limitó la responsabilidad de los hechos a los mandos que se sientan en el banquillo y acusó al general Navarro de ser el "dominador" de los actos de falsedad. Tampoco fue más benévolo con el comandante Ramírez y con el capitán Sáez.