"Los acusados Francisco Camps y Ricardo Costa aceptaron regalos en consideración con su función pública". Así de clara se ha expresado este martes ante el jurado uno de los tres fiscales anticorrupción que participan en la segunda jornada del juicio que se está celebrando en Valencia contra el expresidente de la Generalitat valenciana y el que fuera secretario general del PP en la comunidad autónoma por la causa de los trajes de la trama Gürtel. Los dos se enfrentan a una pena de multa por un presunto delito de cohecho (soborno a funcionario).

El informe preliminar de la fiscala del caso ha sido especialmente didáctico al estar dirigido al tribunal, un jurado popular formado por nueve ciudadanos legos en materia judicial que deberán decidir si Camps y Costa son culpables o inocentes. De ahí, que la representante de la acusación pública haya explicado en qué consiste su labor y como se desarrollará el juicio, puntualizando que los imputados tienen derecho a no decir la verdad y que los testigos no pueden mentir. Sin embargo, ha advertido de que no sería de extrañar que algunas de las personas que comparecen como testigos llegaran a falsear los hechos por razones de índole personal. Ha sido un aviso a navegantes.

La fiscala ha relatado que Camps y Costa aceptaron un considerable número de prendas de vestir y complementos que fueron pagados por tres empresarios de la trama Gürtel para conseguir un trato favorable a sus intereses económicos. El abogado del Partit Socialista del Pais Valencià, que ejerce la acusación popular, ha ido más allá y ha dicho en relación al presunto cohecho: "Todos somos ofendidos". Y ha ha lanzado una pregunta: "¿Creen que estas personas están sentadas en el banquillo de los acusados injustificadamente?". Está previsto que esta mañana presenten sus informes previos las dos defensas.

Camps, "el racanillo"

En su exposición, el abogado de Camps ha recordado, para desacreditar las acusaciones contra su cliente, que en unas conversaciones telefónicas grabadas y que forman parte de la investigación, un testigo del caso se refirió al expresidente como "racanillo" y que, en las mismas conversaciones, también se aludían a Camps llamándole "el cura".

Por su parte, Camps se ha declarado "absolutamente inocente". El expresidente valenciano ha llegado al Palacio de Justicia de Valencia en compañía de su abogado y al ser preguntado sobre cómo afronta esta jornada ha dicho: "Con tranquilidad, como siempre".

El expresidente ha llegado a la sede del Tribunal Superior de Justicia valenciano 15 minutos antes de la hora fijada para el inicio de la vista oral en la denominada "causa de los trajes" del caso Gürtel, en un todoterreno negro conducido por su exjefe de gabinete Pablo Landecho. A su llegada a la sede judicial, ha posado brevemente para los medios de comunicación y a diferencia de ayer, ha entrado directamente en el Palacio de Justicia, pues esta mañana no había nadie a quien saludar.

Entre los ciudadanos que han accedido a la sala de vistas como público se encuentran el presidente de Les Corts Valencianes, Juan Cotino --quien ayer conducía el coche que llevó a Camps al TSJCV--, la directora del IVAM, Consuelo Císcar, y varios simpatizantes del PP.