El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, no sólo hace oídos sordos acerca de la división que hay en su propio partido acerca de su intención de restringir la actual ley del aborto sino que este miércoles ha sacado a relucir que en las filas socialistas tampoco hubo consenso cuando aprobaron la legislación de plazos, también conocida como ley Aído.

El ministro ha citado en la sesión de control al Gobierno unas declaraciones de Alfonso Guerra en las que el exdirigente socialista asegura que efectuó una encuesta en su propio partido a través de la cual averiguó que "nadie estaba de acuerdo" en que se introdujese en la ley la posibilidad de que las menores aborten sin permiso paterno. "Cómo me pretende convencer de lo que ustedes no están convencidos", ha contestado a la número dos del PSOE, Elena Valenciano, quien le había exigido que deje de "desvelarse" por los "no nacidos" y se ocupe también de los "natos", es decir, los españoles que están sufriendo los efectos de la crisis.

Gallardón ha tachado esta comparación de razonamiento "perverso" y ha subrayado que el Gobierno ayuda a los nacidos pero también quiere proteger a los no nacidos, de ahí el cambio en la ley del aborto previsto. El ministro se ha negado a responder, en cualquier caso, cuándo aprobará una norma que tiene dividido al Gobierno y al PP y que de momento está guardada en un cajón a la espera de que haya un acuerdo o Rajoy decida dar un paso al frente.

La diputada de ICV, Laia Ortiz, también ha interpelado al ministro sobre el asunto, al que ha tachado de "fundamentalista con careta de jurista". La ecosocialista ha criticado su "machismo ascentral" y que pretenda cambiar una ley debido a sus "creencias" y la "nostalgia" de su padre, quien presentó el recurso contra la primera ley del aborto, la de 1985.