El juez Baltasar Garzón ha declarado esta mañana a puerta cerrada ante el Tribunal Supremo como imputado en un supuesto caso de prevaricación por haber permitido escuchas ilegales a los acusados por el ''caso Gürtel''. El magistrado en excedencia, que acudía a petición propia, ha realizado una declaración muy corta y ha insistido en que hizo bien las cosas, según han explicado los abogados de la acusación. El juez no ha autorizado las preguntas del abogado de la acusación, Ignacio Pelaez. Garzón ha comparecido a petición propia, para aclarar puntos de su primera declaración ante el juez Jorge Alberto Barreiro, que le acusa de haber vulnerado el derecho a la intimidad de los acusados y el derecho de defensa, que es "inviolable". Es la cuarta declaración del juez ante el Supremo, y la segunda por este caso. Barreiro no se cree la versión de Garzón de que autorizó las escuchas de las conversaciones de los acusados con sus abogados para "evitar nuevos delitos".