Batasuna volvió a sufrir ayer otro golpe judicial. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó la detención de Joseba Alvarez, dirigente de la fuerza ilegalizada, y de Oihana Agirre, responsable del movimiento en favor de los presos etarras Askatasuna. La policía practicó los arrestos, ambos en San Sebastián, y registró las viviendas de los detenidos. Jóvenes radicales se concentraran junto al domicilio de Alvarez para insultar a los agentes y golpear el vehículo en el que transportaban al dirigente batasuna .

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 acordó esta medida por "reincidencia delictiva", después de que Alvarez acudiera a una manifestación convocada por la ilegalizada Askatasuna el 9 de septiembre en San Sebastián. En aquella marcha, impedida por la Ertzaintza, fue detenido el dirigente de esta agrupación Juan María Olano. La protesta derivó en graves incidentes, con 11 heridos.

Garzón envió a Olano a prisión por apoyar la marcha, mientras que en el caso de Alvarez y Agirre ha sido su participación en la misma la que ha propiciado la detención. Junto con ellos se encontraban aquel día otros líderes aberzales que, aplicando el mismo criterio, podrían ingresar en prisión.

PRESION Alvarez está procesado en el sumario abierto contra Batasuna, junto a otras 38 personas, por integración en organización terrorista, presunta subordinación a ETA de la fuerza ilegalizada y financiación de la banda con las herriko tabernas.

El registro de su vivienda concluyó con incidentes, ya que la policía tuvo que contener a los simpatizantes de la izquierda aberzale que impedían la salida de los vehículos policiales. Los agentes se incautaron de abundante documentación, pero fue necesario que llegara una segunda dotación policial para eludir a las decenas de concentrados y abandonar la estrecha calle peatonal donde reside el detenido.

Estos arrestos se suman a los de Olano y al del portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi. En apenas cuatro meses, la izquierda aberzale ha perdido a tres de sus rostros más conocidos, con el riesgo de que nuevas decisiones judiciales agraven aún más su panorama. Joseba Permach, que se ha convertido de facto en el portavoz de Batasuna junto a Pernando Barrena, compareció ayer para invitar a sus simpatizantes a movilizarse para responder a la "operación política contra el independentismo" impulsada, según sus palabras, por el Gobierno socialista.

ARRESTO EN FRANCIA Mientras, la policía francesa sumó ayer un nuevo golpe al entramado de la banda terrorista ETA. Los agentes, en colaboración con la policía española, detuvieron a Asier Tapia, dirigente de la organización ilegalizada Segi, mientras circulaba en un vehículo entre Biriatou y Hendaya, en el País Vasco francés.

Tapia, que no iba armado ni llevaba documentación, fue arrestado en virtud de una euroorden dictada en febrero del 2005, cuando no se presentó al juicio celebrado contra 42 procesados por pertenecer a las organizaciones juveniles Jarrai, Haika y Segi, cuyos miembros son considerados los cachorros de ETA. El fiscal solicitó para Tapia la pena máxima: más de 111 años de prisión por integración en banda armada y delitos de daños e incendios. Tapia ya había estado en prisión, en el año 2001, aunque solo durante unos meses. Fue encarcelado después de una rueda de prensa en la que vertió amenazas terroristas, pero salió de la cárcel tras pagar 30.000 euros de fianza.