José Luis Rodríguez Zapatero echó mano ayer del superávit de las cuentas públicas para lanzar un regalo a la ciudadanía con tintes electoralistas. Nada menos que 2.500 euros por hijo nacido o adoptado en España, sea de madre española o extranjera legalmente residente. Ciudadanía antes que nacionalidad. El fomento de la natalidad tiene difícil contestación para la derecha parlamentaria, que ha hecho bandera de la ayuda a las familias. Pero el PP se aferró ayer a la proximidad de las generales para criticar el anuncio por ser "propio de un mitin de polideportivo".

Denuncias de electoralismo al margen, a Mariano Rajoy le faltó tiempo para recordar en el turno de réplica que su partido prometía 3.000 euros por hijo en el programa del 2004. A la izquierda del PSOE, la medida le pareció "de derechas", porque al ser lineal premia igual a las familias pobres que a las que tienen posibles. El anuncio se convirtió en la comidilla de los corrillos socialistas, donde corría la ocurrencia de que España salía del último debate de la nación "en estado de buena esperanza".

APROBADA EN JULIO El Gobierno no concretó el coste de la puesta en marcha de la subvención, pero sí que será aprobada antes de final de julio. Y precisó que la ayuda tendrá fecha de entrada en vigor a las cero horas del 3 de julio, por lo que afectará a todos los nacidos ayer. También recordó que la ayuda se percibirá completa, una sola vez por hijo, y se sumará a los 100 euros mensuales que perciben las madres que cotizan a la Seguridad Social en los tres primeros años de vida del hijo.

Según los datos del INE, España registró en el 2006 cerca de 480.000 nacimientos, el 16,5% fueron de madres extranjeras residentes en el país. A ellos habrá que sumar las 5.500 adopciones anuales que también recibirán la ayuda. El coste para el Estado superará los 1.200 millones de euros, un "esfuerzo importante", reconoció Zapatero, que "se puede hacer gracias a la buena gestión económica".

MENOS PARO Ese fue el eje de su discurso: mostrar que el Gobierno ha aprovechado estos tres años y medio la "robusta salud de la economía" para mejorar el bienestar de los ciudadanos. Zapatero recordó ayer que hay 400.000 desempleados menos que al inicio de la legislatura, y el récord de superar "la barrera histórica de 20 millones de empleados". Recordó que 2,5 millones de empleos precarios se han tornado en indefinidos y anunció una nueva aportación extraordinaria al fondo de garantía de la Seguridad Social que los triplicará respecto al 2004.

Rajoy atribuyó los buenos datos económicos a la "inercia" de la saneada herencia del PP, y afirmó que sería igual "si ese asiento estuviera vacío", en alusión al banco del presidente. Zapatero replicó que sus tres años merecen un "sobresaliente" y que sería justo que el PP aparcara su "fariseísmo" en esa materia y lo reconociera.

Zapatero dedicó parte de su intervención a reprochar a Rajoy la oposición que ha hecho en estos años y verle "inédito" en propuestas alternativas.