Las "nuevas condiciones" reclamadas por Las Vegas Sands Corporation, la impulsora de Eurovegas en Madrid, eran "inasumibles", según ha asegurado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. La número dos de Mariano Rajoy ha revelado que la compañía de Sheldon Adelson había hecho peticiones de tipo fiscal o de restricción de entrada de otros operadores que eran inaceptables tanto para su Ejecutivo como para la Comunidad de Madrid o la Comisión Europea.

"Ninguno de los tres gobiernos podía aceptar", ha advertido la vicepresidenta y para la empresa norteamericana de casinos esto era "innegociable", ha proseguido. "No se adaptaba al derecho español y europeo", ha considerado la portavoz gubernamental que ha puesto como ejemplo la petición de Las Vegas Sands de realizar un "blindaje jurídico sobre futuros cambios legislativos", es decir, que la firma de Adelson quería garantizarse que los beneficios logrados se mantenían a pesar de futuros cambios políticos.

Proliferación de inversores

Sáenz de Santamaria, sin embargo, ha disimulado la contrariedad por haber perdido una inversión para Madrid que la empresa había cifrado en 30.000 millones de dólares. Ha asegurado que el Gobierno de Rajoy "seguirá buscando inversores que cumplan el derecho a la competencia y que no exigan cambiar nada".

Según la vicepresidenta, España está "en un momento muy bueno", "genera confianza" y entre enero y septiembre de este año, según los datos del Banco de España, se ha duplicado la inversión extranjera.