El Gobierno ha descartado que se tengan que producir nuevos ajustes de gastos por el hecho de que la prima de riesgo española se haya situado por encima de los 400 puntos básicos en relación con la deuda alemana. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, aseguró que la subida se ha producido por circunstancias ajenas a España y explicó que la preocupación, tanto del Gobierno español como de los gobiernos europeos es relativa, ya que creen que es "más bien" un fenómeno "esporádico" derivado de la situación producida en EEUU. Al ser preguntado si esta situación financiera podría derivar en nuevos recortes económicos, Jáuregui afirmó que "no está contemplado" porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el propio Consejo Europeo "no hace todavía ni diez días han confirmado que lo que España está haciendo va en la buena dirección, que está haciendo sus deberes". Por tanto, explicó, "no hay ninguna razón propiamente intrínseca" para lo que está sucediendo, sino que "es más bien un contagio de la inestabilidad" derivada de la "situación producida en los EEUU". Los mercados, dijo, "están golpeando desde una perspectiva bastante especulativa" a determinados países, en concreto a España e Italia. El ministro de la Presidencia, dijo que hay "preocupación relativa" porque efectivamente la situación es de una "enorme inestabilidad, en gran parte derivada de la situación producida en los EEUU". Según explicó, los mercados "todavía están analizando cuál fue el acuerdo de los EEUU respecto de su propia deuda". "Estamos sufriendo probablemente un contagio de circunstancias que son completamente ajenas a España". Jáuregui quiso dejar claro que "España sigue haciendo sus deberes, que todos los analistas internacionales consideran que España está haciendo lo que debe". No obstante, precisó, "estamos mirando con interés lo que está pasando" y señaló que el presidente del Gobierno se mantiene "muy en contacto" con la vicepresidenta económica, con Francia, Italia y Alemania para hacer un seguimiento de lo que está ocurriendo. Pero insistió en que, tanto España como Europa tienen una "tranquilidad relativa" en el sentido de que "lo que ocurre en agosto tiene una dimensión más pequeña desde el punto de vista de la cantidad de economía que funciona en los mercados". Además, dijo que tiene la convicción de que "esto se va a serenar en cuanto se depositen las confianzas que nuestra economía y la economía europea reclama". También quiso dejar claro que lo que está ocurriendo "no es representativo" desde el punto de vista "cuantitativo", ya que en agosto cae la contratación en los mercados. El ministro de la Presidencia explicó que aunque "inicialmente" no está convocada ninguna reunión del eurogrupo para afrontar la nueva situación, las autoridades europeas tendrán que hacer una "evaluación más serena probablemente a final de mes" o en el Consejo de Ministros que tendrá lugar el próximo día 19 de agosto.