El Gobierno ha elevado hoy el objetivo de déficit presupuestario para este año al 6,3 %, frente al 4,5% previsto inicialmente. Asimismo, el saldo negativo para el 2014 se fija en el 5,5%, porcentaje que bajará hasta el 4,1 % en el 2015. Por último, el Ejecutivo augura un déficit del 2,7 % para el 2016.

El Ejecutivo prevé que la economía caiga este año el 1,3%, frente al 0,5% inicialmente pronosticado, y que la tasa de paro llegue al 27,1%.

De acuerdo con la actualización de las previsiones macroeconómicas recogidas en el Programa de Estabilidad aprobado hoy por el Consejo de Ministros, la economía volverá a crecer en el 2014 a una tasa del 0,5%, en tanto que en el 2015 avanzará el 0,9% y en el 2016, el 1,3%.

La tasa de paro bajará al 26,1 % en 2014 y al 25,8 % en 2015, aunque se seguirá destruyendo empleo tanto en el 2013 como en el 2014, el 3,4 y el 0,4 %, respectivamente.

El Gobierno descarta aumentar el IRPF y el IVA, porque “la mayoría de los datos macroeconómicos no permite pedir a los españoles grandes esfuerzos ni subir impuestos”, según declaró este viernes la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. En el 2015 se suprimirá el gravamen suplementario del IRPF.

A cambio se crearán impuestos medioambientales y aumentarán algunos tributos especiales “salvo el de combustibles” y los impuestos de sociedades de las grandes empresas con beneficios. También habrá un impuesto sobre los pasivos de las entidades bancarias, procedentes de los depósitos de clientes, que pueden permitir una recaudación de hasta 250 millones de euros.

Un día después de que se conocieran las cifras del paro del primer trimestre, las peores de la historia, y de que Bruselas exigiera reformas "amplias y concretas", el Consejo de Ministros de este viernes aprobó el Plan de Estabilidad 2013-2016 y el Programa Nacional de Reformas que combinan un nuevo recorte de gasto con medidas para estimular el crecimiento, como la ya anunciada nueva ley de emprendedores.

Entre las medidas adoptadas se encuentra la “desindexación” de la economía española, que consiste en adoptar un índice diferente de la inflación a la hora de “fijar las rentas públicas que afecten a los contratos administrativos”, según ha afirmado Sáenz de Santamaría, que no ha precisado si esta “desindexación” afectará a las pensiones contributivas.

Tanto el Plan de Estabilidad como el Programa de Reformas son las dos patas de la estrategia económica del Gobierno: consolidación fiscal para reequilibrar las cuentas públicas y reformas estructurales para corregir los desequilibrios acumulados por la economía. Es decir, el déficit presupuestario, deuda pública, balanza de pagos y exportaciones. “Falta mucho para que se traduzcan en la economía real y son requisitos imprescindibles para poder crear en empleo”, ha dicho la vicepresidenta.