El Gobierno no mantendrá ningún contacto con el Dalai Lama, máximo líder espiritual del Tibet, que ayer comenzó una visita de dos días a España. El Dalai Lama, premio Nobel de la Paz en 1989, recibirá hoy el Premio Internacional Jaime Brunet pro Derechos Humanos en una ceremonia a la que irán representantes de distintos partidos, excepto el PP. El portavoz del PSOE, Jesús Caldera, aprovechará el acto para reunirse con el líder oriental.

Un portavoz del Comité de Apoyo al Tibet (CAT), que organiza la visita con la colaboración del Club Siglo XXI, consideró "inconcebible" que ninguna autoridad española reciba al líder religioso y lo achacó a "presiones" de China, que invadió el Tibet en 1959. Según este portavoz, el equipo del Dalai Lama pidió encuentros con autoridades y recibió por respuesta que había "problemas de agenda". El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, negó que hubiera solicitud de entrevista. Exteriores admitió que la ministra Ana Palacio sí recibió una petición "informal", pero se excusó por falta de tiempo.

En un intento por rebajar la polémica, el propio Dalai Lama manifestó que él personalmente no había solicitado "ninguna reunión con las autoridades". "Cuando viajo, no quiero crear inconveniencia a ningún Gobierno", dijo.

La socialista Leyre Pajín denunció el "sectarismo del Gobierno" y recordó que el Congreso ha pedido al Ejecutivo que abogue por el respeto de los derechos humanos en el Tibet e invite al Dalai Lama.