El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha pedido este viernes a Carme Forcadell que "responda ante la justicia y respete sus decisiones como cualquier otra persona", después de que la presidenta del Parlament haya acudido a declarar al TSJC y haya advertido de que ningún tribunal censurará el debate sobre la independencia. "Nadie puede tener carta blanca para desobedecer las leyes", ha dicho.

Asimismo, el también ministro de Educación ha subrayado, ante las manifestaciones a las puertas del alto tribunal catalán, que "insinuar que la justicia en España no es independiente o que está sometida a presiones no sólo es falso sino también injusto con los jueces que realizan su labor", dando a entender que quienes han acudido a arropar a Forcadell pretendían presionar a los magistrados que deben enjuiciar si desobedeció las sentencias del Tribunal Constitucional.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz ha reiterado no obstante que el Gobierno sigue con la mano tendida y dispuesta al diálogo con el Ejecutivo catalán. En este sentido, fuentes gubernamentales han explicado que se ha repartido las 46 demandas que Carles Puigdemont entregó a Mariano Rajoy entre los diferentes ministerios para que los responsables de cada materia estudien cómo ponerlas en práctica.

"SERÍA UN BUEN GESTO"

Además, Méndez de Vigo ha insistido en pedir al 'president' que reconsidere su decisión de no acudir a la Conferencia de Presidentes, que se celebrará el 17 de enero. Previsamente, Soraya Saénz de Santamaría se reunirá con los consejeros de presidencia para fijar conjuntamente el orden del día de la cita.

El portavoz ha usado este argumento para tratar de convencer al jefe del Ejecutivo catalán de que exprese sus demandas en la reunión y envíe un delegado a la reunión preparatoria. "Sería un buen gesto", ha señalado.

Y, preguntado por si cree que es el momento de que Rajoy cite a Puigdemont, ha manifestado que "cualquier tiempo es bueno para reunirse y hablar". "Es lo que el Gobierno ofrece, mano tendida,diálogo y voluntad de hablar", que en su opinión "se lleva mal" con la intención del 'president' de no acudir a la Conferencia de Presidentes.

Méndez de Vigo ha advertido a la Generalitat de que los ciudadanos "juzgarán sus actitudes", frente a la "política de diálogo" del Gobierno.

LAS REACCIONES EN CATALUÑA

El portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha afirmado que su partido vería "saludable" un cambio en la presidencia del Parlament, si bien ha evitado pedir explícitamente la dimisión de Forcadell, a quien ha pedido que "deje de mentir y de engañar a los catalanes" con su argumento de que se impide el debate parlamentario. "Se trata en este caso de un posible incumplimiento de la ley y no de un impedimento del debate parlamentario".

"Es una alteración de la vida parlamentaria y una anomalía democrática sin precedentes”, ha denunciado Lluís Rabell. El presidente de Cataluña Sí Que Es Pot ha reclamado al Gobierno del PP que "pare la ofensiva judicial" contra las "aspiraciones" democráticas de los catalanes, y ha dicho que ve una "anomalía sin precedentes" la judicialización de un "conflicto" que es de naturaleza política. Un punto en el que ha coincidido también Ferran Pedret. El portavoz adjunto del grupo del PSC ha lamentado "la judicialización de la política" con la declaración de la presidenta del Parlament, y ha pedido al Gobierno que, además de propiciar "una fase de distensión", reflexione sobre las "fotos" que a su juicio proporciona al independentismo.

Por su parte, la portavoz de la CUP en el Parlament, Mireia Boya, ha hecho un llamamiento a la "unidad" y a la "determinación" para avanzar hacia la "ruptura final" con un Estado que "solo persigue" a cargos electos. Boya y la también diputada de la CUP Eulàlia Reguant han acompañado a Forcadell al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).