El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha inaugurado hoy la cumbre de la Asociación de Gendarmerías y Fuerzas Policiales militarizadas (FIEP) de la que forman parte países como Italia, Argentina o Marruecos, con el objetivo de estrechar la colaboración y optimizar recursos.

La Guardia Civil ha sido la anfitriona de esta cumbre de fuerzas policiales europeas y mediterráneas con estatuto militar con la que además concluye la presidencia que ha ejercido el instituto armado desde hace un año y que a partir de ahora ostentará el Arma de Carabinieri de Italia.

Al acto han asistido los máximos responsables de los cuerpos integrados en la FIEP: Francia, Italia, Portugal, Turquía, Marruecos, Holanda, Rumanía, Argentina, Chile, Jordania, y Qatar.

Una asociación, creada en 1993 y que aúna a cuerpos de seguridad euromediterráneos con estructura y carácter militar, cuyo objetivo es "ampliar y fortalecer los lazos con la familia gendármica", en palabras de Fernández de Mesa, quien ha calificado de "satisfactorios" los resultados obtenidos durante este año, centrado en la lucha contra el tráfico y la trata de seres humanos.

El director general ha destacado que en este periodo la asociación ha propuesto la posibilidad de trabajar en distintos proyectos haciendo un uso cada vez mayor de la tecnología y ha subrayado el impulso dado a la asociación para que se constituya en un referente en la escena internacional, un ejemplo de cooperación policial e intercambio de información.