Malos augurios para el Estatuto catalán. A los avisos del Gobierno sobre la inconstitucionalidad del texto, ayer se sumaron los negros vaticinios de Alfonso Guerra. El presidente de la comisión constitucional del Congreso, encargada de tramitar el Estatuto, avisó de que el proyecto tiene "pocas posibilidades de progresar" en la Cámara baja, porque a su juicio requiere el "imprescindible" apoyo del PP --que no tendrá-- y acarrearía "la desaparición del Estado".

El exvicepresidente denunció que la propuesta catalana contiene son "reformas constitucionales encubiertas" y "violaciones" de la Carta Magna. Sentenció que el nuevo Estatuto "fragmenta la soberanía popular del Estado", y subrayó que definir a Cataluña como nación "rompe el pacto constitucional" y "augura una reivindicación posterior": la de ser Estado.

También terció en el debate el expresidente del Gobierno José María Aznar, quien criticó que se haya dado a unas "minorías" la oportunidad de "imponer sus pretensiones antidemocráticas". Aznar señaló, respecto a los que pretenden reformar la Constitución, que "en sus señas de identidad está la negación del proyecto común de España", afirmó.