Las grandes movilizaciones contra la guerra de Irak no cambiaron mayoritariamente el voto decidido de los españoles en las elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo, según el sondeo del CIS, realizado cuando Bagdad ya había caído. Sólo el 19,2% de los preguntados contestaron que el conflicto podría hacerle cambiar de voto, en tanto que el 75,3% aseguró que no lo modificaría.

La confrontación bélica pasó a ser la cuarta preocupación de los españoles, detrás del paro, el terrorismo de ETA y la inseguridad ciudadana. Durante la guerra, Irak preocupó al 20% más de españoles y fue el segundo problema, más que el terrorismo.

El 53,9% de los encuestados valoró mal o muy mal la posición del Gobierno ante la guerra, frente al 20% que la juzgó bien o muy bien. El 67,3% dijo que Aznar le inspiraba, personalmente, poca o ninguna confianza, y a un 28,5 le mostraba mucha.

Los españoles se dividieron sobre la relación entre la guerra y los atentados del 11-S (el 43,6% dijo que sí la había y el 43,1%, que no). El 54,7% estimó que EEUU no colabora con España en la lucha contra ETA, aunque la encuesta es anterior a la inclusión de Batasuna en la lista antiterrorista de EEUU.