Las cartas están sobre la mesa, pero la partida se inicia con un ganador. Porque aunque el PNV y el PSE tramitaron ayer en el Parlamento las candidaturas de Juan José Ibarretxe y Patxi López a presidir el Gobierno vasco, solo el aspirante socialista tiene asegurados los votos necesarios para salir elegido a pesar de que será el peneuvista quien tenga la última palabra durante la sesión de investidura, que se celebrará el martes.

Es el reglamento de la Cámara el que fija que el orden de intervención de los candidatos a lendakari estará en función de los avales con los que cuenta. El PSE registró ayer el nombre de López apoyado por los 25 diputados socialistas y el PNV hizo otro tanto con su cabeza de cartel y la firma de sus 30 parlamentarios.

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, justificó que el PP no haya firmado el aval a López. Adujo que, pese a que han llegado a un acuerdo de estabilidad, no existe un pacto de coalición y el Gobierno de López será monocolor. Pastor auguró que el día 5 se abrirá un "nuevo tiempo" en el que se pondrá fin al frentismo y censuró que el lendakari aprovechara su despedida para defender politicas que fracturan a la sociedad vasca.