El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ha decidido pararle los pies al lendakari, Juan José Ibarretxe, y forzarle a cambiar su discurso sobre la intención de promover una consulta popular en Euskadi antes del final de esta legislatura.

En un paso sin precedentes, pero del que se adivinan consecuencias, Imaz divulgó ayer un artículo en varios diarios vascos advirtiendo de que plantear una consulta ahora contraviene la posición que el PNV fijó de modo oficial en octubre del 2005 y favorece los planes de ETA.

Es la primera vez que el presidente del PNV sale de forma solemne al paso de una iniciativa defendida por Ibarretxe y que había encontrado un feliz eco en Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB), los socios minoritarios del tripartito.

Desde la ruptura de la tregua de ETA, el pasado 5 de junio, el lendakari ha defendido que los partidos deben adoptar "iniciativas políticas", y se ha comprometido, durante un debate parlamentario, a promover su anunciada consulta sobre el futuro de los vascos antes de que acabe su mandato, en abril del 2009.

MARAÑA Sin embargo, Imaz dice que hablar ahora de referendo "es otra maraña en la cual podemos perdernos". Por eso sostiene que no es el momento de aludir a un compromiso que está recogido en el programa del Gobierno pactado con EA y EB, y que fija condiciones para que la consulta pudiera producirse.

Recuerda que el paso previo para pedir la opinión de los ciudadanos es que los partidos políticos alcancen un acuerdo integrador, circunstancia que no se da. Además, apunta que ETA podría declarar un alto el fuego permanente para permitir la celebración de la consulta, pero se interroga sobre lo que podría pasar si después no se alcanza un acuerdo político con el Estado. Llega a la conclusión de que la banda podría retomar las armas bajo la excusa de que la voluntad popular no es atendida. "La consecuencia de todo ello puede ser diabólica", sentencia Imaz.

El artículo, titulado No imponer, no impedir , reconoce que la banda terrorista ETA "va a marcar la agenda, nos guste o no". Esta afirmación colisiona con la insistente llamada del lendakari a los partidos políticos para que no permitan que la banda terrorista imponga el ritmo a seguir.

Imaz es claro al asegurar que lo que deben hacer los partidos es evitar que ETA "imposibilite el camino democrático". Recalca que en estos momentos solo la acción policial y la deslegitimación "social y política" del entorno de ETA son los caminos para trabajar por la paz y la libertad.

Fuentes de la presidencia del Gobierno vasco descartaron que las reflexiones de Imaz supongan un correctivo para el lendakari. Dieron por seguro que la intención de Imaz al poner "los puntos sobre las íes" es dirigirse a los socios del tripartito, especialmente a EA, que no piensa dejar de pedir la consulta.

De hecho, el secretario de organización de EA, Rafael Larreina, calificó ayer de "grave" la negativa del presidente del PNV, y le recordó que "es una promesa recogida en el programa de gobierno del tripartito".

"GUIÑO" AL PSOE Larreina añadió que es "preocupante" que Imaz otorgue "el derecho de veto en política tanto a ETA como a los partidos de ámbito estatal". "ETA no puede decidir ni impedir lo que la sociedad vasca quiera hacer y los partidos de ámbito estatal tampoco pueden impedir que la sociedad vasca decida", advirtió Larreina, que aseguró que desconoce si la opinión de Imaz sobre la realización del referendo es un "guiño" al PSOE de cara a la conformación de gobiernos en Alava y Navarra.