La inquietud asomó hace ya algún tiempo en las filas socialistas ante la deriva que estaba tomando la crisis, pero ahora ha llegado para quedarse, al menos, una larga temporada, a la vista del aislamiento del PSOE en el Congreso y del riesgo de que Zapatero se vea abocado al temido adelanto electoral.

Ese nerviosismo es patente en el grupo socialista, donde algunos diputados no ocultan en privado su preocupación ante un escenario que pinta en bastos, sobre todo después de haber tenido que aprobar en solitario el plan de ajuste y de que la política económica de Zapatero fuera objeto de las críticas de toda la oposición.

Tras el chaparrón, el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó que el Ejecutivo y el PSOE se esforzarán para conseguir que "las nuevas iniciativas y reformas puedan tener más consenso parlamentario". Un consenso que, en conversaciones con Efe, reclaman distintos diputados socialistas, que prefieren permanecer en el anonimato y que confiesan estar muy preocupados ante la soledad parlamentaria del PSOE y por el hecho de que haya tenido que llevarse hasta el extremo la denominada "geometría variable" que, en estos dos años, les ha permitido ir capeando el temporal con más o menos soltura.

Sin embargo, en la votación del pasado jueves, el PSOE se quedó absolutamente solo y tuvo que fiar la aprobación de su plan no al apoyo, sino a la abstención de grupos como CiU.

Así las cosas, los socialistas juzgan que si no se aprueban los Presupuestos Generales del Estado para 2011 será "inevitable" el adelanto electoral, porque sería una imprudencia prorrogar los de este año e intentar regir el país con unas cuentas diseñadas en el 2009 y una situación muy distinta a la de entonces.