Las revueltas en los barrios marginales franceses, mayoritariamente habitados por inmigrantes, han hecho saltar las alarmas en España. Para prevenir el efecto contagio, Zapatero ultima un "plan nacional de integración cívica y social de la inmigración" que, según anunció ayer, el Ejecutivo presentará el próximo enero. El presidente considera este tema como "el gran reto para la convivencia del país".

Antes, este mismo mes, el Consejo de Ministros dará luz verde a la ley de dependencia, por la que las personas mayores y los discapacitados tendrán derecho a una plaza en una residencia.