"Despreciativo", "faltón," "tabernario" y "apocalíptico". Esos fueron algunos de los epítetos que dedicó el presidente a Rajoy, al que acusó de "pasar desapercibido" en los cargos que ha ocupado, de "no aceptar la derrota" y de "administrar el resentimiento" de quien le situó al frente del PP. O sea, Aznar.

Pero, por encima de todo, Zapatero arremetió contra Rajoy por dañar al Estado con una oposición basada en "mentiras" y centrada en el terrorismo, tema que debería estar al margen la refriega política.