El juez Fernando Grande-Marlaska dejó ayer en libertad bajo fianza a tres de los cuatro últimos detenidos por su presunta relación con ETA, y con medidas cautelares a la cuarta arrestada. Fuentes jurídicas indicaron que los indicios contra esas personas, detenidas el pasado lunes en Vizcaya, "son muy flojos".

El Ministerio del Interior informó, después de la detención, que los cuatro jóvenes habían realizado labores de información sobre objetivos e infraestructuras para la banda terrorista, y que prestaban auxilio a la organización.

Fuentes de la Audiencia Nacional aseguraron, sin embargo, que no se ha podido acreditar que los detenidos obedecieran las órdenes de ETA de que le facilitaran números de matrícula y marcas de coches y que vigilaran un bar.

Por ello, el juez, a instancias del fiscal Jesús Alonso, acordó dejar en libertad bajo fianza de 12.000 euros a Ignacio Peña, y de 6.000 euros a Igor Cearreta y Sonia Martín Vesga. Además, decretó la libertad sin fianza para Arkaitz Ormaechea.

Los cuatro jóvenes negaron ante el juez su relación con ETA, aunque Martín Vesga admitió que conocía de "toda la vida" a Amaia Urizar, compañera sentimental del presunto dirigente del aparato militar, Mikel Garikoitz, Txeroki . El juez también dejó en libertad a Herran Bilbao hasta que Francia acredite que cumplió condena por pertenecer a ETA.