El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado la busca y captura e ingreso en prisión de los tres militares norteamericanos imputados en el caso de la muerte del cámara de Telecinco José Couso el 8 de abril del 2003 en Bagdad (Irak). Se trata del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip Camp a los que acusa de la muerte de Couso, fallecido a causa de un disparo cuando se encontraba en el Hotel Palestina. Con ello, pretende poder extraditarlos a nuestro país para que sean juzgados por estos hechos en la Audiencia Nacional.

Fuentes jurídicas han informado de que el magistrado ha pedido además autorización al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para viajar a Irak entre octubre y noviembre próximos para la inspección ocular de los lugares de los hechos.

El Tribunal Supremo (TS) ordenó a la Audiencia Nacional reabrir la investigación sobre la muerte de Couso, al considerar que la estrategia bélica denominada "de impacto y pavor", consistente en actos como el bombardeo sobre personas y bienes protegidos en conflicto armado, como el que provocó la muerte de Couso, es penalmente imputable a quien dirija esas operaciones.