El viernes, a las pocas horas de que entrara en vigor el alto el fuego, una presunta etarra presa en Soto del Real (Madrid) salió libre. Se trata de Ana López, procesada por integración en el comando Bizkaia de ETA con su novio, Roberto Sáinz, fallecido de un infarto en la cárcel de Aranjuez. López quedó libre tras pagar una fianza de 2.000 euros.