La lista electoral que ha elaborado el Partido Popular (PP) para las elecciones al Parlamento europeo, el 13 de junio, ha causado un profundo malestar y frustración entre sus actuales eurodiputados.

La lista incluye a personalidades de la política española --desbancadas de sus puestos por la derrota electoral del PP-- ajenas a la escena europea, como Jaime Mayor Oreja, Luisa Fernanda Rudi, Ana Mato, Luis de Grandes, Cristóbal Montoro, Pilar del Castillo, Carlos Iturgaiz y el exdirector general de la policía, Agustín Díaz de Mera, por delante de eurodiputados que han hecho una importante labor en las dos últimas legislaturas.

"El trabajo duro y bien hecho no cuenta", se lamentaron ayer miembros del grupo, que consideran que el partido ha llevado a cabo un "injusto" arrinconamiento o han eliminado a personas que han estado ocho años defendiendo los intereses españoles y del Gobierno del PP.

Una de las figuras clave del PP en el Parlamento europeo, Iñigo Méndez de Vigo, ha quedado relegado al puesto 18, en los límites del umbral de elección. Méndez de Vigo fue uno de los padres del proyecto de Constitución europea y, anteriormente, de la Carta de Derechos Fundamentales europea.

Menos suerte han tenido el presidente de la comisión de libertades públicas de la Eurocámara, Jorge Hernández Mollar, y la portavoz del grupo popular europeo en la comisión de la mujer y en la de control presupuestario, María Antonia Avilés. Ambos han sido excluidos de la lista. José Ignacio Salafranca, vicepresidente del grupo popular europeo, ocupa el 20º puesto, con escasas posibilidades de salir elegido. Entre las filas populares no se entiende la inclusión del periodista Luis Herrero en un puesto (12º) más avanzado que eurodiputados con larga trayectoria política. Además, los veteranos temen que las personalidades del PP incluidas en la candidatura estén más preocupadas por la política nacional que por la de la UE, y que eso se traduzca en una pérdida de efectividad de la delegación española, por ausencia o falta de implicación en la labor cotidiana y legislativa de la Eurocámara de los nuevos elegidos.

ABSENTISMO "El mal ejemplo de Mónica Ridruejo se verá multiplicado", aseguraron fuentes del grupo, en referencia a la casi nula participación de la exdirectora general de RTVE y eurodiputada, protegida de José María Aznar, en toda la legislatura. La falta de dominio de las lenguas europeas de los nuevos diputados también dificultará su labor, ya que los consensos y pactos se negocian en conversaciones directas con diputados de otros países, según otras fuentes del grupo. Incluso el expresidente de la Eurocámara José María Gil- Robles, que se retira de la vida política, se negó a figurar de forma testimonial en la lista para rechazar su composición.