El lendakari, Patxi López, lanzó ayer una clara advertencia al entorno radical: el Ejecutivo vasco no tolerará ningún intento de aprovechar el espacio público para dar apoyo a ETA durante las fiestas que se suceden en el calendario estival en Euskadi. Es precisamente durante estos meses cuando el mundo de Batasuna multiplica sus apariciones públicas, con actos y movilizaciones que se han convertido ya en tradicionales.

López aprovechó su reaparición pública tras unos días de descanso para advertir de que el Gobierno vasco impedirá cualquier acto de apoyo al terrorismo. El lendakari realizó estas declaraciones durante la recepción que ofrece el Ayuntamiento de Vitoria con motivo del inicio de las fiestas patronales de la Virgen Blanca. A continuación será el turno de San Sebastián y Bilbao, hasta completar un mes de agosto repleto de celebraciones.

El Ejecutivo socialista sabe que todos los años se reproducen los incidentes en diferentes localidades vascas, a partir de actos como homenajes a presos, movilizaciones contra la dispersión o iconografía en recintos festivos. Por ello, el lendakari afirmó que "no debe haber ni un espacio para su impunidad". En esta línea, anunció que no permitirán que los violentos impongan "su macabra realidad" y animó a los vascos a celebrar las fiestas sin complejos: "Los ciudadanos pacíficos debemos demostrar que la calle es nuestra".

DIGNIDAD OFENDIDA El presidente vasco censuró los habituales actos de apoyo a ETA durante las fiestas. "Ofenden nuestra propia dignidad", aseveró antes de asegurar que este año serán impedidos por la Ertzaintza.

A pesar de su contundencia, el dirigente socialista matizó que su advertencia al mundo radical no debe interpretarse como un ataque a la libertad de expresión, al tiempo que señaló que cualquier demócrata puede diferenciar este derecho y "el apoyo larvado a la violencia".