El Tribunal Supremo afirma que Batasuna no respeta la vida humana y justifica su ilegalización para proteger a la democracia. Así se recoge en la sentencia en la que se acuerda disolver a la formación radical por "legitimar y propiciar el uso de la violencia" al estar controlada por ETA.

En la sentencia de 254 folios se explica que ETA creó Batasuna para "obtener una mayor penetración en la sociedad para la consecución de sus fines y limitar los efectos de la acción policial sobre toda su estructura".

Además, considera que la actividad de la formación radical "vulnera principios democráticos porque persigue deteriorar o destruir el régimen de libertades", ya que "exhorta o justifica" la violencia ejercida por grupos terroristas. Y recuerda que ETA ha matado a 1.000 personas y que Batasuna justifica que "ETA siga matando mientras no cese (...) la acción que legítimamente ejercen las fuerzas de seguridad del Estado y los tribunales de justicia".

ACOSO A LOS DISIDENTES

Los magistrados han tomado esta decisión tras analizar las declaraciones de los dirigentes de Batasuna que, entre otras cosas intimidan a los "que osan enfrentarse públicamente a los postulados de ETA", ya que los someten a "campañas de descrédito, aislamiento social y amenazas explícitas o veladas contra su integridad y la de sus familiares, a fin de lograr que desistan de esa actitud de oposición a las tesis de los terroristas y de quienes les prestan cobertura política".

También se ha tenido en cuenta que la formación radical difunde, siguiendo la estrategia de ETA, el mensaje de que los presos condenados por su relación con la banda terrorista "son presos políticos que defienden unos ideales legítimos de independencia del pueblo vasco".