El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, abogó ayer en Montevideo por "dejar reposar el suflé" de la crisis política catalana abierta a raíz del pleno parlamentario del pasado jueves. El president apeló a la reflexión del conjunto de políticos catalanes: "Si no es así todos acabaremos perdiendo".

El líder socialista avisó a quienes piensen seguir el enfrentamiento: "Nadie, ni los unos ni los otros, sacaremos nada positivo de esto. Hemos de ponerle toda la vaselina que sea necesaria", dijo Maragall, quien pidió a todos los partidos que echen mano de su "experiencia en sortear situaciones de crisis".

A su juicio, la actual situación "no responde a un conflicto de intereses, sino que es un accidente". El riesgo que comporta no rebajar la tensión --añadió-- es que "después vienen otros accidentes de carácter político". "Esta dinámica se ha de acabar", avisó. Tras admitir que su obligación es lograr que "la excitación se reduzca", Maragall señaló que para ello todos deben evitar "que cada día haya una nueva declaración, una nueva denuncia".

El dirigente catalán aprovechó, sin embargo, para abrir un nuevo frente al advertir al PSOE y al Gobierno central de que cometerían un grave error si interpretaran que la crisis interna catalana ha aparcado sus reivindicaciones de autogobierno. Maragall dijo apreciar síntomas de "repliegue" y "frenazo" en algunas actitudes de los socialistas españoles y del Ejecutivo central.

Este envite de Maragall tuvo una rápida réplica. Ni "repliegue" ni "golpe de freno". A través de diferentes interlocutores, el Ejecutivo de Zapatero ratificó su compromiso con el Estatuto catalán, y pidió a la Generalitat, al PSC y al resto de fuerzas catalanas que dialoguen y "recobren la cordura", gestionen con eficacia la crisis del Carmel y salven el consenso en torno al Estatuto. El Gobierno confía en que los partidos catalanes "enfríen el debate político"; que se unan para dar soluciones a los vecinos del Carmel; y que la Generalitat colabore "con total transparencia" en las investigaciones sobre el supuesto cobro de comisiones.

CRITICAS POPULARES Por otra parte, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, participará hoy en Barcelona en un acto en el que redoblará sus críticas a Maragall. La presencia de Zaplana se explica porque el PP ha decidido llevar al Congreso la polémica del 3%. También terció ayer en la crisis el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach (ERC), que reclamó a los partidos "autocrítica", ante el disgusto de PSC, CiU e ICV.