El secretario de Organización del PSOE y presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha afirmado hoy en Burgos que la abstención es "el gran adversario" de su partido en las elecciones regionales y municipales del próximo 22 de mayo. Durante un mitin en Burgos, para respaldar la candidatura local de Luis Escribano y la autonómica de Óscar López, Iglesias ha explicado que el "gran adversario es la gente que cree que da lo mismo no votar" y ha llamado la atención sobre la apatía "de algunos de los nuestros, que se amargan y se deprimen con facilidad". Iglesias ha advertido de la importancia de los resultados de las elecciones del 22 de mayo porque en el ámbito autonómico residen competencias tan importantes como la sanidad o la educación que "el PP quiere privatizar". En su opinión, el PP pretende privatizar la sanidad porque quiere una sociedad "dual", donde los que más dinero tienen puedan tener una mejor educación y recibir mejor atención sanitaria. En este sentido, ha apuntado que el PP está a favor de la fórmula del "copago" en sanidad, "y esto no es más que pagar dos veces por lo mismo, porque la sanidad ya se paga con los impuestos". El secretario de Organización ha advertido también de la confianza en los resultados que auguran las encuestas: "cuidado con las encuestas porque no tienen por qué coincidir con los resultados". Ha recordado, a título de ejemplo, que en 1999 llegó a presidir por primera vez el gobierno de Aragón cuando ninguna encuesta le daba ninguna posibilidad. Iglesias ha apuntado también que cuando Rodríguez Zapatero ganó las elecciones, tanto en 2004 como en 2008, en ambos casos estaba diez puntos por debajo del PP sólo dos meses antes. También ha realizado varias referencias a la "buena gestión" de Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno, especialmente en la mejora de la protección social y las medidas para paliar los efectos de la crisis. En su opinión, ante la crisis internacional, el Gobierno ha tenido que tomar "medidas difíciles" en los dos últimos años, aunque "han dado resultado y España tiene ahora una economía más segura, está creciendo y se está distanciando de los países que han tenido que ser rescatados en Europa". Ha considerado que el origen de la crisis no fue sólo económico, sino "profundamente ideológico", porque se ha mostrado el fracaso de "el neoliberalismo que defienden Aznar y Rajoy".