La envidia sana habrá recorrido los despachos de muchos alcaldes extremeños durante los últimos años. Con la crisis sentada a la mesa dispuesta a fagocitar empleo tras empleo, muchos municipios deben haber soñado con ser El Gordo, ese municipio de la región con nombre de sorteo de lotería e ilusión en cuyo término se está levantando el que seguramente es el mayor complejo turístico de interior de todo el país. En los momentos de mayor actividad, más de 1.000 personas han trabajado en la construcción de Marina Isla Valdecañas, una urbanización de lujo, con hoteles de cuatro y cinco estrellas, campo de golf, instalaciones deportivas, puerto náutico y playa artificial.

Pero no todo es tan perfecto en El Gordo. El paro continúa siendo el gran foco de preocupación. De hecho, las propuestas electorales de los tres partidos que concurren a las elecciones municipales pasan, casi exclusivamente, por abordar este asunto.

El pueblo, de apenas 400 habitantes, ha estado gobernado durante las últimas tres legislaturas por el PP. Bautista Sánchez ha sido su alcalde estos años. Pero no aspirará a la reelección. Es su segundo de abordo, el aún hoy teniente de alcalde, Elías Correas, el que encabeza la lista de los populares. "Hay gente joven en paro y nuestra intención es arrancar el compromiso de los empresarios para que estos chavales se incorporen al mercado laboral", defiende este jefe de taller de un concesionario de coches de Navalmoral. Con 50 años, toma las riendas del partido, prometiendo impulsar el polígono industrial y dar viabilidad a una granja escuela --de titularidad privada--. Eso para combatir el paro, porque además promete eliminar barreras arquitectónicas y mantener los servicios de guardería y atención a personas mayores.

Elías Correas no tendrá fácil repetir los resultados que obtuvo Bautista en el 2007 --logró el 77% de los votos y seis concejales, frente a un solo edil del PSOE--. Los populares han sufrido una escisión interna ante el desacuerdo entre la línea más continuista --la de Elías Correas-- y la renovación que proponía el hasta ahora presidente de la agrupación local, Angel Bravo. El cisma ha provocado la salida de éste último, que será el candidato por Unión del Pueblo Extremeño (Upex). "Mi objetivo es acabar con el paro. Marina Isla de Valdecañas fue un boom , pero los puestos fijos se los ha quedado gente de fuera del pueblo. Nuestros vecinos solo ocupan puestos temporales", apunta. Ese, dice, será su campo de batalla: luchar para que los habitantes del municipio accedan a empleos estables. "Hay que modernizar el pueblo, porque con todo el trasiego y movimiento que hay, las calles necesitan un arreglo", añade mientras hace un hueco en sus ocupaciones agrícolas.

Apoyo total a Valdecañas

Para llegar a El Gordo hay que salir de Extremadura, recorrer seis kilómetros de la A-5 en suelo toledano y tomar un desvío por una carretera que vuelve a introducirse en territorio extremeño. El pueblo vive asomado al embalse de Valdecañas, que hace cuatro décadas anegó los terrenos más productivos del municipio. Y aunque en los ultimos tiempos se ha asentado una fábrica de explosivos, un matadero industrial y ha aterrizado Marina Isla Valdecañas, el entorno es eminentemente ganadero y agrícola --cereal, sobre todo--. Lo sabe bien Saturnino Blázquez, actual concejal y cabeza de lista por el PSOE, pues dedica su vida al campo. "Si ganase me centraría únicamente en el ayuntamiento", explica tras reconocer, también, que "el empleo es la máxima preocupación". "No puedo prometer oro y los servicios básicos ya se han logrado con la actual corporación. Solo podemos intentar cuidarlos y mejorarlos, pero sobre todo hay que trabajar por la juventud", expone.

Su propuesta pasa por construir un centro cívico donde los jóvenes del pueblo encuentren entretenimiento y, además, dedicar partidas presupuestarias municipales a darles oportunidades laborales y cursos de formación.

Los tres prevén unos comicios muy igualados y evitan hablar de pactos. Lo que sí tienen claro es que mantendrán el apoyo a Marina Isla de Valdecañas, donde ya se han invertido 120 millones y hay otros 80 previstos; aunque todos asumen que el futuro del proyecto está en manos de los tribunales.