Premio para los extranjeros que den un paso al frente para integrarse en Cataluña. Esta fue la filosofía expuesta por Artur Mas cuando abordó ayer su programa electoral sobre uno de los puntos que, con la familia, más importantes resultan para CiU: la inmigración. El candidato nacionalista a la Generalitat de Cataluña partió de un criterio que cree básico: el inmigrante debe adaptarse a la sociedad que le acoge, y no al revés.

Mas anunció que, si gobierna, implantará un peculiar sistema de méritos, por el cual los inmigrantes irán acumulando créditos --como los universitarios-- a medida que vayan dando muestras de integración. Llegar a un número determinado de créditos conllevará ser premiado con "estímulos" relacionados con los servicios no básicos. Los que sí lo son, como la sanidad o la educación, no entran en discusión.

El líder de CiU no dio muchos detalles de cuáles serían los estímulos ni de qué se consideraría estar integrado. Solo afirmó que una forma de beneficiar a los inmigrantes sería dar "mayor estabilidad" a sus condiciones de residencia. Tampoco aclaró quién será el que evalúe si un inmigrante está o no integrado. Mas sí apuntó, como ejemplo, que hablar catalán sería considerado como un mérito.

SUJETO A UNA LEY Además, CiU informó de que la participación en la vida asociativa catalana también ayudaría a ser premiado. Pero la concreción del proyecto queda sujeta a la ley que definiría el contrato que CiU ofrece a los inmigrantes, y que es voluntario : quien no desee integrarse no optará a estímulos.

Los socialistas optaron por no entrar en la estrategia nacionalista, pero la respuesta del resto de partidos no se hizo esperar. "Es denigrante y sitúa al líder de CiU a la derecha de Acebes y Zaplana", exclamó Joan Saura (ICV). Desde el PP, Francesc Vendrell acusó a Mas de convertirse en un Gran Hermano que controla a los inmigrantes.