Jaime Mayor Oreja relanzó ayer su amenaza de suspender la autonomía vasca ante "la desobediencia continuada" del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. La insistencia del exministro apenas 20 días después de que miembros del Gobierno descartaran recurrir a esa posibilidad reflejó la apuesta personal de Mayor por avivar la confrontación con el PNV, aunque no todos en el Partido Popular vasco respaldan este discurso.

El generalizado rechazo con el que a finales de junio fue recibido el anuncio de Mayor de que una "sucesión ininterrumpida de desafíos" por parte de los nacionalistas podría llevar a la aplicación del artículo 155 de la Constitución no acalla al presidente de honor del PP vasco. En declaraciones a RNE, consideró "absurdo" decir que el mencionado artículo no se va a cumplir nunca y avanzó que "ya se están dando" ahora mismo las circunstancias para poder desarrollarlo.

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El artículo 155 de la Constitución prevé la suspensión de una autonomía cuando ésta incumpla las leyes o atente contra el interés general. Su aplicación requiere la mayoría absoluta del Senado.

En un discurso en el que Mayor volvió a mezclar al nacionalismo democrático con la banda terrorista ETA reiteró que el plan soberanista que Ibarretxe llevará en septiembre al Parlamento representa "la ruptura" y vaticinó que tendrá "repercusiones" en Cataluña porque ya "pasan cosas que no hubieran sucedido" sin la propuesta del lendakari.

Aunque ningún dirigente vasco del PP ha desautorizado públicamente el discurso de Mayor, el diputado general de Alava, Ramón Rabanera, ha defendido esta misma semana que el partido debe "moderar las formas" de su mensaje. En una indirecta crítica a Mayor, consideró prioritario transmitir que el proyecto del PP "no es ni radical ni intenta dividir a la sociedad".

PATRONAL MEDIADORA

Ibarretxe agradeció y aceptó ayer la oferta de la patronal de Euskadi Confebask de actuar como mediadora entre los gobiernos vasco y central. El presidente de Confebask, Román Knörr, hizo ese ofrecimiento para tratar de desbloquear el "preocupante atolladero" en que se encuentran las relaciones bilaterales. Ibarretxe se mostró dispuesto a iniciar un proceso de diálogo con Aznar "en público o en privado".