El cambio ya se vislumbra. Al menos entre las filas del PP. Después de 28 años sin pisar tierra extremeña hoy dice José Antonio Monago que ya está viendo la costa y parece que no hay contrincantes. "Ya se ve, pero todavía hay que remar un poco más". Quedan dos días para hacerlo. Y se nota. Se nota en el candidato popular, no solo por el tono de piel moreno "agroman" que van cogiendo su rostro y sus brazos de pisar tanta calle, sino también en el fervor de sus simpatizantes.

Cada día parece que hay más y prueba de ello es la jornada de ayer, durante la que Monago estuvo acompañado por el exministro del Interior y portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, aunque algún extremeño lo llamara Marcelino durante el paseo que dio por Mérida a mediodía. "Al menos hoy no me hace falta cura en salud porque otras veces me han llamado Mariano (Rajoy) y hasta Ibarra", comentaba el exministro.

El paseo por la capital obligó a echar mano de los paraguas y sirvió, entre otras cosas, para visitar el centro y charlar con los comerciantes del mercado de abastos emeritense. Mientras se realizaba este recorrido, comenzaban a llegar los militantes del Partido Popular de la comarca al restaurante del polígono El Prado. Fueron cientos los que degustaron un gazpacho de primero, lo único que comió el líder del PP.

Pero el mayor baño de multitudes llegó a la hora del cierre del antepenúltimo día de campaña electoral antes de la jornada de reflexión del sábado. El restaurante Jardines Sheyla de Almendralejo se quedó pequeño para acoger a tanto simpatizante --el acto cambió a última hora de ubicación, iba a ser en la caseta municipal del ferial--.

Más de la mitad del aforo aguantó casi una hora y media de mitin de pie porque las 500 sillas del recinto se quedaron cortas. Todos recibieron a Monago con un casco de bombero con las siglas del PP, un nuevo producto de merchandising que se añade a la colección para dar aún más vistosidad a los últimos actos y que Monago, Mayor Oreja y el candidato local, José García Lobato, no dudaron en colocarse al inicio del acto.

La nueva adquisición dio juego, primero para comparar el sueño que Monago tenía de pequeño de convertirse en bombero, "la profesión más chula que te puedes imaginar y es menos arriesgada que la política pero también tiene su tensión y el que tiene ahora de ser presidente. Así se lo contaba a un pequeño que subió al escenario con el casco en la cabeza y al que de mayor ya le bastará con ser "estudiante", dijo tras ser preguntado por el candidato y llevarse el dedo a la frente unos segundos.

Si los gritos de ´presidente, presidente´ suelen ser eso, gritos, ayer superaban todos los decibelios permitidos. El ruido era tal que muchas frases del exministro Mayor Oreja se quedaban a medias en las últimas filas. Frases como que "la mayor crisis que tiene este país, además de la económica y financiera, es la de valores, la de la falta del valor a la verdad que ha instaurado Zapatero" o otras acordándose de los manifestantes de Democracia Real, "son un objetivo de una izquierda que ha perdido las elecciones del domingo y que quieren hacer ruido porque no saben lo que es perder unas elecciones".

También hubo tiempo para halagos a Monago, una persona "ejemplar" y "la esperanza no solo de los extremeños sino también de millones de españoles", y para reproches a Zapatero, "el único responsable del mayor éxito de ETA que crea una crisis de ruptura en esta nación", dijo ante la atenta mirada de los cientos de simpatizantes y al menos cuatro escoltas. "El aterrizaje de ETA en los ayuntamientos vascos confirman que existe un proyecto pactado entre la banda terrorista y el Gobierno", insistió y por eso "los populares ahora tenemos más razones que nunca para conseguir un proyecto de regeneración y rectificación de España".

Con Zapatero a poco más de 100 kilómetros, no se podía dejar pasar la oportunidad de hablar del PSOE. Un poco para el presidente de España, otro para Ibarra y mofas para una frase desafortunada del mitin de Vara anoche: "Habrá que subir los impuestos para hacer más con menos", dijo Monago haber leído en un teletipo mientras esperaba el turno de su palabra anoche. "Qué gran contribución ha hecho Mr Guille", el hombre que "solo trae a la gente a meterse conmigo: a Blanco y a ese señor de barba blanca", Ibarra, al que por cierto nunca se refiere por su nombre. Quizás en ese momento no se acordó de una reflexión que por la mañana le hizo su hijo de 9 años: "Papi, a tí te pasa con Vara lo que a mí con Aníbal, que él del Barça y yo del Madrid, ¿no?". Otra forma de entender la política.