El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, ha asegurado que "ha habido algunas interpretaciones inadecuadas" de la posición del Gobierno español respecto a la situación en Oriente Próximo, y ha reiterado que el Ejecutivo "ha sido muy explícito".Moraleda se ha pronunciado así, en declaraciones a la cadena SER, al ser preguntado por la reacción del embajador israelí en España, Víctor Harel, después de que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dijera que las víctimas civiles no pueden ser consideradas como "daños colaterales" sino que son un "objetivo buscado" por Israel.Harel calificó de "infames" estas palabras de Blanco, que, posteriormente, aclaró que "la desproporción con que Israel ha respondido a los ataques terroristas de Hizbulá provoca inevitablemente la muerte de civiles"."Respuesta desproporcionada" El secretario de Estado de Comunicación ha dicho que las palabras de Blanco "tienen que valorarse en su justa medida" y ha recalcado que tanto el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, como la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, han sido "muy explícitos" al referirse a la situación en Oriente Medio.Ha reiterado el Gobierno "ha definido siempre como una respuesta desproporcionada" la actuación de Israel, y en que ha expresado una "condena sin paliativos de los secuestros y los actos terroristas, como consecuencia de un conflicto que dura muchísimos años".Además, Moraleda ha destacado que el objetivo del Gobierno es "colaborar" para que el alto el fuego sea "inmediato" y ha dicho que "una fuerza de interposición de carácter internacional puede ayudar también de manera inmediata a ello".Zapatero con los jóvenes palestinos e israelísPor todo ello ha asegurado que el Gobierno ha sido "explícito" al defender su posición, sobre la que, según ha dicho, "ha habido algunas interpretaciones inadecuadas, en particular la que se produjo como consecuencia de que un joven palestino pusiera" un pañuelo palestino al presidente del Gobierno.Ha recordado que Zapatero "quiso estar cerca ayer de las juventudes palestinas e israelís", al reunirse con representantes del Partido Laborista israelí y de Al Fatáh, y ha recalcado que estos jóvenes "dieron de nuevo un ejemplo juntando sus manos" en favor de la paz. "El anfitrión, que fue el presidente del Gobierno, colaboró a este espíritu que es el que finalmente deseamos todos", ha dicho.Moraleda ha negado que el Gobierno haya recibido "ninguna queja" por parte de las autoridades israelís, y ha asegurado que España "sigue siendo un país considerado por Israel y por la Autoridad Palestina como un país amigo, que puede y que debe de hacer todo lo necesario" para que la paz sea duradera en la región.