El exministro Landelino Lavilla, político clave de la transición y presidente del Congreso la tarde de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, falleció ayer a los 85 años de edad por causas naturales, según confirmaron fuentes del Consejo de Estado, del que era uno de sus consejeros permanentes.

Nacido en Lérida en agosto de 1934 y formado en la carrera de Derecho, Lavilla fue uno de los rostros más conocidos de la UCD que, bajo el liderazgo de Adolfo Suárez, dirigió la transición. Político de arraigadas creencias católicas, fue subsecretario de Industria en el último año del franquismo y fue nombrado ministro de Justicia por Suárez en 1976, convirtiéndose en una de las personalidades que materializaron la reforma política que desembocó en las primeras elecciones democráticas de 1977.

La intentona golpista del 23-F le pilló al frente del Congreso, dirigiendo la sesión plenaria de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo. En las imágenes de aquella tarde se puede ver su sorpresa al ver entrar a guardias civiles uniformados en el hemiciclo.

Tras la marcha de Suárez, fue elegido presidente de UCD, pero tras el fracaso electoral de 1982 renunció al escaño y pasó al Consejo de Estado. En 1994 declinó la propuesta de ser Defensor del Pueblo. Y desde 1995 era el presidente de la Sección Primera del Consejo de Estado, la encargada de asuntos procedentes de la Presidencia del Gobierno y de los Ministerios de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, de Política Territorial y Función Pública, así como los asuntos relativos a conflictos en defensa de la autonomía local.

Desde esa institución, y como experto jurista con experiencia parlamentaria y de gobierno, tuvo también un papel destacado en la preparación de la abdicación del rey Juan Carlos a petición de este, según reveló el propio Lavilla.

Ingresó en la Academia de Jurisprudencia y Legislación en junio de 1997, dos años más tarde tomó posesión como académico de número y llegó a ocupar su presidencia el 22 de diciembre del 2003. Por su trayectoria profesional fue galardonado con las Grandes Cruces del Mérito Civil, de la Real Orden de Carlos III y de San Raimundo de Peñafort. Junto al resto de presidentes del Congreso fue distinguido también con el de la Defensa de los Valores Constitucionales, el IX Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio y el premio a la independencia judicial otorgado por la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria (AJFV) el año 2009.

La actual presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, el resto de consejeros permanentes, el Pleno, la secretaria general, letrados mayores y todo el cuerpo de letrados, así como personal del gabinete de presidencia, personal administrativo y de servicios, han trasladado en un comunicado a familia y allegados de Landelino Lavilla su sentido pésame.