EXISTEN pocos precedentes de que una sola palabra haya sido considerada tan maligna y devastadora. En su informe anual, presentado ayer en el Congreso, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, atribuye tres efectos letales a la inclusión del término "nación" en el preámbulo del Estatuto catalán. Son estos: encierra "una inconstitucionalidad manifiesta", "preludia la desvertebración del Estado" y, quizá lo más importante, "invalida gran parte de la normativa estatutaria".

La argumentación de Múgica, llevada a cabo para fundamentar en el informe su recurso de inconstitucionalidad contra la Carta catalana, se basa en el conocido "nación no hay más que una y es la española".