"Acuérdate de hablar con Iñaki de si, al final, a Cristina le damos de alta o no", consultó el 17 de enero del 2003 el contable Luis Tejeiro a Diego Torres, exsocio del duque de Palma, en el que daba cuenta de una serie de decisiones en torno a diferentes empresas de la 'trama Nóos'.

La misiva forma parte de un paquete de correos electrónicos que Torres y su esposa, Ana María Tejeiro, presentaron en su declaración del sábado ante el juez José Castro, que investiga una presunta malversación de fondos públicos. Entre la abundante documentación figuran datos de la empresa Aizóon, participada a partes iguales por los Urdangarin y la infanta, como que su valor patrimonial en el 2004 ascendía solo a 1.565 euros.

Otro papel vincula la contratación de trabajadores a las amortizaciones para detraer beneficio, que ese mismo año ascendieron a 324.095 euros. Para el siguiente, se proponía un incremento de 1,81 trabajadores, que daría lugar a amortizaciones por 217.200 euros.

Con estos datos, algunos de los cuales ya habían trascendido, Tejeiro pretende poner en evidencia el desigual trato que, según ella, ha merecido con respecto a la infanta Cristina, orillada en la causa