Batasuna responsabilizó directamente al Gobierno central de la muerte del preso de ETA José Angel Altzuguren. Mediante concentraciones delante de las sedes socialistas del País Vasco y Navarra, con varios ataques de kale borroka y a través de pronunciamientos de sus principales dirigentes, la izquierda aberzale transmitió un mensaje nítido al PSOE: sucesos como éste son incompatibles con un proceso de paz, por lo que exigen la asunción de responsabilidades para "asegurarlo".

La casa consistorial de Bera, localidad navarra donde nació el preso hallado el lunes muerto en su celda de la cárcel de Soria, acogió ayer por la tarde la capilla ardiente de Altzuguren, Kotto . La alcaldesa, de Eusko Alkartasuna, justificó esta cesión porque el recluso había sido concejal de Herri Batasuna durante dos legislaturas. El cuerpo entró a hombros del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y del secretario general de LAB, Rafa Díez.

Otegi responsabilizó al PSOE y al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de la muerte de Altzuguren. Tras asegurar que "el actual sistema de aniquilación de los presos" es incompatible con un proceso de paz, afirmó que la izquierda aberzale "estará vigilante" para comprobar "el nivel de movilización y de responsabilidad del resto de agentes sociales, sindicales y políticos" ante estos hechos. El portavoz de Batasuna resaltó que "una contundente movilización ciudadana y un ejercicio de responsabilidad democrática serían el mejor seguro para que un proceso de paz pueda ponerse en marcha".

PRESION A LOS SOCIALISTAS El cuerpo llegó a Bera desde Soria. El féretro, cubierto con una ikurriña y una bandera de Navarra, fue recibido por cientos de personas congregadas en la plaza, donde un dantzari le tributó un baile de homenaje.

La izquierda aberzale responsabilizó al PSOE de la muerte de Altzuguren, y una de sus primeras decisiones fue convocar movilizaciones ante las sedes socialistas del País Vasco y Navarra. Centenares de personas secundaron ayer por la tarde este llamamiento, sin que se registraran incidentes. Las frases más coreadas tachaban a los socialistas de "asesinos" y equiparaban la política penitenciaria con la pena de muerte.

En Pamplona, el acto estuvo vigilado por la Policía Nacional, y terminó con la intervención de dos jóvenes que alabaron al preso de ETA como "ejemplo de dignidad y de lucha".

En sintonía con el descenso de la kale borroka , la protesta de los violentos no ha sido tan virulenta como en ocasiones anteriores. Lo más grave tuvo lugar el lunes por la noche en San Sebastián, cuando un ertzaina de paisano disparó al aire tras ser identificado por un grupo de encapuchados que volcaban contenedores.

Mientras, el PP vasco se mantiene inflexible en su rechazo a formar parte de una mesa de partidos fuera del Parlamento para dialogar sobre el nuevo pacto entre Euskadi y España que propone el lendakari, Juan José Ibarretxe. La presidenta de los populares vascos, María San Gil, aseguró ayer que no van a "perder el tiempo" participando en contactos previos que incluyan también a Batasuna.