Mientras que la sucesión de citas electorales mantiene congelado el debate político para la reforma del sistema de pensiones, los datos no dejan de recordar la urgencia de la negociación pospuesta. La pensión media se ha situado en noviembre en 1.142,67 euros al mes, lo que supone un alza anual del 3,3%.

Hoy mismo, la Diputación Permanente del Congreso debe aprobar con carácter de urgencia el real decreto ley que permite al Gobierno sacar hasta 3.598,20 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para atender el pago de la extra de Navidad, que también se abona en noviembre. La hucha de las pensiones se puede quedar con apenas unos 1.400 millones, equivalentes a apenas unos cuatro días de pago de prestaciones.

Los datos aprietan y recuerdan la urgencia de abordar una reforma que permita la sostenibilidad de un sistema que ahora sufre un déficit estructural de unos 17.000 millones de euros sin descuidar la suficiencia de «unas prestaciones dignas» que siguen demandando los jubilados en las calles, para ellos mismos y para sus hijos. El preacuerdo para la reforma al que parecían haber llegado en febrero los partidos en el Pacto de Toledo saltó por los aires al convocarse elecciones en abril.