Roquetas trata de recobrar la normalidad cuando se cumplen dos semanas de la muerte de Juan Martínez Galdeano, un caso que ha conmocionado la vida de la localidad almeriense.

La ira de los vecinos contra los agentes que propinaron la paliza se refleja en pintadas en las que se lee Guardia Civil asesina aparecidas en las inmediaciones de la zona donde vivía la víctima, así como en el propósito, ya comunicado a la familia del fallecido, de convocar una manifestación.

El bar La Uva, propiedad del fallecido, está en la carretera de la Mojonera. El lugar está cerrado. En su puerta, un letrero: "Descanso del personal. Gracias". El negocio, llamado así por el mote con el que se conocía en Roquetas al abuelo de la víctima, empezaba a funcionar. Decidió montarlo para buscar más "tranquilidad y seguridad" de la que le ofrecía el campo, según su cuñado.