El ministro Josep Piqué defendió ayer el "fondo" de las declaraciones del delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, quien mostró el viernes su deseo de que sean procesados el lehendakari Juan José Ibarretxe y el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por incumplir la orden judicial de disolver el grupo parlamentario de Batasuna en la Cámara vasca. "En el fondo, el señor Villar ha manifestado algo obvio, como es que nadie escapa a la legalidad y que se tienen que cumplir las resoluciones judiciales", dijo Piqué.

Piqué, sin embargo, no defendió la forma en la que se expresó el representante del Ejecutivo en el País Vasco. "Puede haber manifestaciones más o menos afortunadas, porque una cosa es manifestar lo obvio y otra es expresar un deseo personal". El futuro candidato del PP a la Generalitat de Cataluña se mostró perplejo por la actuación del Parlamento vasco: "Es la primera vez en la historia que una institución incumple una orden judicial de esta manera".

Por otra parte, el secretario general de CiU, Josep Antoni Durán Lleida, calificó ayer las declaraciones de Villar de "inaceptables" y exigió, al igual que hizo en Madrid el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, el relevo del delegado del Gobierno en Euskadi. "El Gobierno debe asumir que ésta no es la persona adecuada para tener responsabilidades institucionales y debe buscar a alguien más templado", afirmó el dirigente nacionalista.

"NO LE FUNCIONA LA CABEZA"

El líder de IU estimó en rueda de prensa que cuando un delegado del Gobierno "pide públicamente cárcel para un presidente autonómico y el presidente de una Cámara legislativa es que algo no funciona; no le funciona bien la cabeza". Llamazares consideró que el Ejecutivo "debería hacer algo con él si es que no respalda sus declaraciones".