El PNV anunció ayer un nuevo y significativo gesto de apoyo al Gobierno del PSOE. Tres días después de arrancar al Ejecutivo 85 millones de euros más para Euskadi a cambio de apoyar los presupuestos generales del Estado del 2010, los nacionalistas vascos decidieron no presentar una enmienda a la totalidad a la nueva ley del aborto y, además, rechazar las que han presentado los grupos del PP y CiU. De esta manera, el PNV, un partido de tradición católica, respalda la nueva ley, pactada inicialmente con las fuerzas de izquierdas, y lo hace, además, sin permitir el voto de conciencia a sus diputados. Por vez primera, los parlamentarios del PNV votarán en bloque en un asunto que afecta a cuestiones de fe. La ley establece el aborto libre hasta la semana 14 de gestación, y lo permitirá hasta la semana 22 en determinados casos.

El partido que preside Iñigo Urkullu aceptará, además, uno de los aspectos más controvertidos del proyecto: que las jóvenes de 16 y 17 años tengan la última palabra a la hora de decidir la interrupción voluntaria de su embarazo. Con todo, en este punto, los nacionalistas presentan una enmienda en la que piden que la menor, o su médico, comunique la decisión al padre o tutor.