El PNV pondrá en marcha esta semana el guión anunciado el pasado miércoles para enmendar su inicial rechazo a desalojar a ANV de la alcaldía de Mondragón. La dirección peneuvista, que preside Iñigo Urkullu, fijará mañana los "mecanismos" para pedir la dimisión de los cargos públicos que ocupa ANV en todos los ayuntamientos después de la negativa de esa formación a desmarcarse de ETA. Es el paso previo a la moción de censura inmediata que los socialistas exigen en Mondragón como homenaje a su exedil Isaías Carrasco, asesinado por ETA el pasado 7 de marzo.

Precisamente ayer, Ana Iribar la viuda de Gregorio Ordóñez, el dirigente del PP asesinado por la banda terrorista hace justo 13 años, invocó lo sucedido en Mondragón para arremeter duramente contra el PNV. Durante un acto en el Parlamento vasco en honor a su marido, proclamó de manera pública el "desprecio" que le inspira el lendakari, Juan José Ibarretxe, por su "deslealtad, hipocresía y cobardía".

"¿DONDE ESTA IBARRETXE?" También el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, aludió al silencio de Ibarretxe en torno a lo sucedido desde que el dirigente peneuvista Joseba Egibar anunciara por su cuenta y riesgo que el PNV no respaldaba la censura a la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsaro, de ANV. "¿Donde está el lendakari?", se preguntó López para denunciar la desconexión de Ibarretxe con la realidad y concluir que está constantemente "fuera de cobertura".

LA QUEJA Urkullu se quejó de las acusaciones que está recibiendo el PNV relativas a lo ocurrido en Mondragón. En declaraciones a Europa Press, el líder peneuvista acusó a los medios de comunicación de "manipular" lo sucedido y cuestionar los "principios éticos" del PNV cuando, según dijo, la dirección del partido no había tomado la decisión de rechazar la moción de censura contra la alcaldesa de ANV.

Pero aunque fue Egibar, como presidente de la ejecutiva guipuzcoana, quien tomó la polémica decisión comprometiendo incluso las negociaciones abiertas por su partido para poder llegar a un pacto con José Luis Rodríguez Zapatero, lo cierto es que el PNV no le ha desautorizado formalmente.

Urkullu ha buscado una fórmula para salir del apuro sin ahondar aún más en la tensión interna que libran los más pragmáticos con el sector soberanista que abandera Egibar. La reunión de la dirección peneuvista servirá mañana para fijar los mecanismos que pretenden "poner la pelota en el tejado de ANV" exigiendo dimisiones para pasar luego a la adopción de otras medidas.