La policía francesa ha encontrado la vivienda donde se alojaban los dos presuntos etarras Juan Carlos Yurrebaso Atutxa y Kepa Mirena Suárez Ugarte, detenidos en Périgueux (suroeste de Francia) el pasado 29 de marzo, confirmaron hoy a Efe fuentes próximas a la investigación.

Pero desmintieron categóricamente informaciones periodísticas según las cuales se hallaron en el apartamento papeles con los nombre de diplomáticos suizos y noruegos supuestamente vinculados al proceso de paz y relativos a eventuales contactos entre ETA y el gobierno español.

Tras su arresto después de forzar un control de aduanas, los dos presuntos etarras se habían presentado como miembros del "aparato de negociación" de ETA, dijeron entonces otras fuentes.

El apartamento, que los dos presuntos etarras habían alquilado "no hace mucho tiempo" en el centro de la ciudad y que fue localizado "esta semana", ha sido inspeccionado por los expertos de la policía científica en busca de huellas genéticas, indicaron hoy las fuentes. Señalaron que no se encontraron armas, ni ordenadores y que había muy pocos papeles en el apartamento, pero no quisieron dar más detalles.

Según reveló la revista "L'Express" el pasado día 16, los dos presuntos etarras tenían en su poder cuatro números de teléfonos móviles, dos españoles y dos franceses, uno de los cuales pertenecía a un estrecho colaborador de Nicolas Sarkozy, candidato conservador al Elíseo y ex ministro de Interior.

El Ministerio de Interior explicó a la revista que en el verano de 2006, "cuando estaban en curso conversaciones (en el proceso de paz abierto por la declaración de alto el fuego de ETA), un alto responsable del Ministerio español de Interior nos pidió facilitar un número de emergencia". Se trataba de facilitar el paso de los emisarios de ETA por Francia, indicó una fuente conocedora del dossier a la revista, que precisó que "este procedimiento nunca había sido utilizado" hasta el arresto en Périgueux y "nadie había pensado, según parece, que hombres armados intentarían utilizar este salvoconducto".

La revista satírica "Le Canard Enchainé", por su parte, afirma esta semana que los jueces y policías antiterroristas franceses "fueron mantenidos al margen de esos tratos" y están furiosos. "Es extravagante que el número de teléfono de un director central de la policía aparezca en la agenda de un terrorista armado", dijo un alto funcionario de Interior al semanario.

Era el teléfono del jefe de la policía anti-disturbios (CRS), Christian Lambert, "fiel" colaborador de Sarkozy cuando éste dirigía Interior, hasta que dejó esa cartera el pasado 26 de marzo para dedicarse de lleno a su campaña por el Elíseo.