El presidente salió del Senado con la satisfacción de haber provocado un cambio de posición de uno de los portavoces. Se trató de Inmaculada Loroño, senadora del PNV, que acabó por compartir la tesis de Zapatero de que el lendakari, Juan José Ibarretxe, debería haber asistido al debate. Loroño concluyó así su turno: "Ojalá que el lendakari asista el año que viene". La connivencia, sin embargo, no alcanzó al rechazado plan Ibarretxe. Loroño denunció una discriminación respecto a la aceptación del Estatuto de Cataluña.